¿Qué sienten cuando ganan una competencia, un premio, u obtienen una posición de mayor renombre? Ganar es muy satisfactorio, no les voy a mentir. En nuestra cultura, estamos acostumbrados a aplaudir a las personas que ganan campeonatos, a celebrar a aquellos que ganan premios, elecciones y galardones. ¿Pero es ganar sinónimo de éxito? ¿Son los resultados lo que lo definen?
Ganar a cualquier costo nos ha desviado de lo que realmente significa la palabra, "éxito". A través, de las noticias y de la historia podemos ver a grandes ganadores, abandonado a sus equipos y retirándose de sus carreras, como seres humanos dañados. Hemos visto niños, académicamente premiados, que se gradúan con falencias emocionales profundas. Hemos visto colaboradores, que alcanzando ganancias tremendas, abandonan sus empresas, psicológicamente golpeados.

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Estamos frecuentemente tan enfocados en el resultado final, que cuando ese resultado se traduce en ganar, todo lo demás se olvida, y el desgaste de cómo llegamos ahí, se esconde bajo los números.
Es tiempo de re-definir el éxito y de desarrollar campeones para nuestra sociedad…ganen o pierdan. El ganar no puede seguir siendo el único indicador para medir el éxito. Nuestro propio ego no puede seguir situado en el centro, porque se ha comprobado que ese proceso, con el tiempo, produce seres humanos y empresas fracturadas y vacías. Hoy podemos y queremos, desarrollar campeones, sin comprometer el espíritu humano.
¿Cómo lo hacemos?
Al escuchar a las personas de nuestros equipos, nos damos cuenta, que ellos mismos nos muestran el camino. En su deseo de ser apoyados y no menospreciados, de ser motivados en vez de presionados, de ser escuchados en vez de controlados.
El éxito no se dirige, el éxito se forma.
La clave está en generar relaciones de confianza, de respeto y fortalecer el accountability, lo que se va a ver reflejado, naturalmente, en el espíritu y desempeño. Esta es la ruta para desarrollar campeones, generar esa motivación que los impulse a querer ser mejores, a querer crecer por ellos mismos, a generar redes colaborativas, a seguir un camino pavimentado de ética y a atreverse también a perder, y volver a levantarse.
Todos tenemos la responsabilidad colectiva de formar campeones para este mundo, a eso llamamos, "ganar – ganar".
Escrito por: Macarena Bustos
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